Los toques suaves sobre la piel suelen provocar una agradable sensación de hormigueo. Algunas zonas de nuestro cuerpo son especialmente sensibles. Cualquiera que los conozca y los incluya hábilmente al hacer el amor puede experimentar vuelos de placer inimaginables.
Este artículo muestra algunas zonas erógenas que a menudo se descuidan y que tal vez puedan integrarse en su próxima sesión de hacer el amor.
Después como área subestimada
El ano es una de las zonas más sensibles del cuerpo humano. Esta zona, rica en terminaciones nerviosas, suele incluirse en los juegos eróticos porque tiene el potencial de abrir nuevas dimensiones de placer.
La alta sensibilidad del ano lo convierte en un elemento excitante al hacer el amor para algunas personas, pero también puede causar dolor si se maneja sin cuidado. Si deseas utilizar un plug anal para estimulación, debes hacerlo con cuidado.
El lubricante ayuda con la inserción y ofrece una relajación más placentera.
lóbulos de las orejas y cuello
Los lóbulos de las orejas no son sólo portadores de joyas. A muchas personas, acariciar o besar suavemente esta zona les provoca escalofríos. El cuello, que a menudo se pasa por alto, también responde fuertemente al dolor.
Un ligero toque puede tener un fuerte efecto estimulante. Especialmente la transición de cuello a cuello es una zona que a menudo provoca fuertes reacciones.
Pasando a regiones más intensas…
Cuello y espalda baja
Si zonas sensibles del cuello , un simple toque puede hacer maravillas. El cuello es una zona sensible donde hay muchas terminaciones nerviosas y pequeños toques pueden provocar reacciones intensas.
Según los expertos, simplemente acariciar el cuello con las yemas de los dedos mientras se besa puede tener un efecto intenso, tanto para usted como para su pareja. Pruébalo y haz que tu pareja acaricie suavemente tu cuello para sentir la fuerza nerviosa concentrada de esta área.
Si quieres elevar aún más las temperaturas, incluso podrías establecer una regla que diga que besar no se trata de los labios, sino que la atención debe centrarse en el cuello. Dale a tu pareja consejos sobre la mejor manera de mimarte y disfrutar juntos de las sensaciones sensuales.
Otra zona intensiva es la zona lumbar . Acariciar la columna puede promover la relajación y la excitación en igual medida. Estos gestos no sólo promueven la cercanía física, sino también la confianza emocional entre la pareja.
Si quieres, también puedes añadir aquí un poco de aceite para que se deslice aún más suavemente sobre la piel.
Las manos son más sensibles de lo que crees
Las manos son extremadamente sensibles y versátiles. La estimulación profunda se puede lograr entrelazando los dedos o masajeando suavemente las palmas y los dedos.
Las muñecas y los espacios entre los dedos son especialmente sensibles. Resulta especialmente placentero masajear las manos con aceite o crema.
Suelas y tobillos
Las plantas de los pies contienen numerosas terminaciones nerviosas y responden fuertemente al tacto, lo que las convierte en importantes zonas erógenas. Masajear los pies puede tener un efecto relajante y enviar señales excitantes al mismo tiempo.
Aunque no te gusten especialmente los masajes en los pies o incluso pienses que no eres una "persona de los pies ", puedes cambiar de opinión con el toque adecuado.
Los pies están llenos de puntos de presión que pueden provocar sentimientos excitantes en algunas personas. En particular, los arcos de los pies están equipados con numerosas terminaciones nerviosas, lo que los hace extremadamente sensibles al tacto.
Dado que a muchas personas les hacen cosquillas en los pies, se recomienda utilizar movimientos de caricias específicos y consistentes en lugar de toques ligeros y cosquilleantes. Piense en el masaje de pies como una experiencia placentera en cualquier situación que también contribuya a la relajación; para muchas mujeres es incluso la clave del orgasmo .
Los tobillos, a menudo descuidados, también ofrecen posibilidades para gestos tiernos.
las axilas
Cuando piensas en los juegos previos, normalmente no piensas en las axilas. Pero si ignoramos un poco el sudor, el pelo y los tabúes, las axilas pueden convertirse en una zona erógena sorprendente.
Imagínese: sus axilas son extremadamente sensibles. La misma sensibilidad que la hace tan delicada también puede hacer que esta zona sea sorprendentemente estimulante. Para explorar, simplemente pídele a tu pareja que tome las puntas de sus dedos y acaricie suavemente tus axilas.
Comience moviéndose suavemente hacia arriba y hacia abajo antes de realizar un movimiento circular fluido, prestando mucha atención a qué reacción resuena mejor. Puede que sea lúdico, pero también tiene un componente seductor.
La parte interna del muslo como fuente de placer.
La parte interna de los muslos es particularmente sensible. Los movimientos ligeros de caricias en esta área pueden evocar sentimientos intensos.
Esta zona ofrece oportunidades para explorar de forma lúdica la sensibilidad de su pareja.
Antes de pasar al plato principal, tú y tu pareja podéis pasar un rato sensual explorando el interior de tus muslos. Esta región está llena de terminaciones nerviosas, lo que la hace particularmente receptiva al tacto suave, las caricias y los mimos.
Si desea llevar la intimidad a un nuevo nivel, puede invitar a su pareja a pasar un cubito de hielo sobre sus muslos y explorar juntos una sensación sensual completamente nueva.
Consejos de masaje para momentos decisivos.
Un masaje sensual puede abrir la puerta a una intimidad y un placer profundos. Acariciar suavemente tu espalda con aceite tibio despierta tus sentidos y relaja tu cuerpo. Los toques suaves en los brazos y los costados del cuerpo pueden provocar mariposas en el estómago.
Masajear suavemente los hombros no sólo alivia la tensión, sino que también aumenta la cercanía emocional. Jugar con las temperaturas, como utilizar elementos cálidos y fríos, también estimula la piel y aumenta la sensación.
Las palabras susurradas durante el masaje intensifican el ambiente y fortalecen la conexión.
Los movimientos circulares alrededor de la parte posterior de las rodillas , una zona erógena que a menudo se pasa por alto, pueden provocar reacciones sorprendentes. El masaje concentrado de manos y pies, incluidos los dedos de los pies y las palmas, profundiza la relajación y el bienestar.
Finalmente, unas suaves caricias a lo largo de la columna completan el masaje y te dejan con una sensación de total satisfacción y conexión.